La educación

Cecilia Flores Sandoval

La educación en México ha sido tema de polémica por muchos años, los gobernantes creen que está progresando y el resto del mundo creemos que no. Lamentablemente ya no depende de si es escuela pública o privada, simplemente hay una crisis general en cuanto a los conocimientos que adquieren los alumnos y la calidad de los maestros.

Una buena formación le da las herramientas a una persona para seguir escalando en los peldaños del aprendizaje, aquellos que no tuvieron buenas bases son los que más dificultades tienen para afrontar una carrera universitaria o un posgrado. Y es una situación muy común en el país pero ¿a quién se le debe culpar?

Las carencias educativas empiezan desde el jardín de niños y se acentúan en primaria, que es la base para toda buena formación. Muchas veces depende, no sólo de la voluntad y buen desempeño del alumno, sino de sus maestros. A todos nos tocó tener un maestro de primaria que no enseñaba bien y que después en la secundaria tuvimos problemas con ciertos contenidos.

No podemos culpar totalmente al alumno, también es necesario tomar en cuenta al maestro, que es muy importante. No son pocos los que afirman que la razón por la cual escogieron tal o cual profesión fue porque un profesor de bachillerato hizo que les gustara el área. Un docente puede hacer que nos guste una materia o que nos disguste, dependiendo de cómo lleve la clase y qué tan motivados mantenga a sus estudiantes.

Por ello hay que reconocer a los buenos profesores, que en cualquier nivel educativo hacen una excelente labor, y debemos también tomar en cuenta que no son la mayoría, por desgracia. Otro factor importante es el alumnado, las posibilidades que tengan para estudiar, es imposible pedirle a alguien que apenas tiene para comer que sea un excelente alumno.

Así pues, la educación mexicana, sea mala o buena, tiene varias deficiencias y parece que no va por buen camino hasta ahora. Sería obligación de los gobernantes ofrecer una mejor educación, sin embargo con las condiciones económicas de la nación hasta ahora ha sido imposible. Esperemos que en un futuro, podamos competir con instituciones internacionales y que más personas consideren a México como un buen lugar para hacer sus estudios.