lunes, 19 de marzo de 2012

Libros y más libros





Con la novedad de que hace unos días se inauguró la famosa Feria del libro en su XXXVII edición que año tras año se desarrolla en el Patio del Edificio Central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí donde se pueden encontrar una enorme cantidad de libros puestos en venta con supuestos descuentos y promociones para beneficiar la economía de los estudiantes y del público en general.
En el mismo marco se están llevando a cabo diferentes actividades como presentaciones de libros por sus autores, conferencias, actividades lúdicas patrocinadas por diversas entidades culturales de la capital potosina. El fin de este evento no sólo es promover la lectura en la sociedad, pareciera que en el trasfondo se encuentra el consumismo y la adquisición de libros por el mero placer de tenerlos.

Pues bien, a pesar de la enorme difusión que se le ha dado a la Feria, se ha dejado ver la apatía del pueblo por la realización del proyecto pues la mayoría de los eventos se han encontrado con poca asistencia lo que haría creer que esta edición ha sido un fracaso por la nula respuesta y participación.
Lo único que tiene un poco más de concurrencia es la exposición de libros de las más importantes editoriales locales y nacionales que han puesto a la venta los ejemplares de infinidad de obras literarias, de investigación y de divulgación. Como ya había mencionado, debería haber promociones y descuentos para que los costos del material estuvieran más accesibles.

Lejos de existir descuentos o rebajas a los precios, algunas librerías aumentaron el importe de los libros y eliminaron las promociones. Los libros más comunes y de las editoriales más conocidas se encuentran con un precio excedido por un par de pesos, la cantidad no es lo que importa, sino el hecho del aumento.
Sin duda, los consumidores más grandes de este evento han sido obligados por la necesidad de adquirir un libro de difícil acceso que se les haya solicitado en sus clases. De ahí, sólo aquellos que gocen de un salario ostentoso son los capaces de comprar un libro para agregarlo a su biblioteca personal. Evidentemente, la Feria del Libro no fue hecha para estudiantes sin dinero.
¿Qué puedo decir? No me queda de otra más que empezar a reducir mis gastos para crear un fondo de ahorro que invertiré en la siguiente edición del evento pero mantendré la esperanza de que los costos sean más bajos, que las promociones apliquen y que el resto de las actividades triunfen…

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